viernes, 18 de febrero de 2011

LIDERAZGOS


Buenos Aires Villa. 
rastreadordenoticias.com 
 Los seres vivos estamos organizados de distintas formas, nuestra fisiología y conducta existen en función de una menor o mayor integración al medio natural.
Los distintos condicionamientos biológicos o culturales diversifican los comportamientos ante las circunstancias, lo que permite la existencia de roles o funciones  diferenciadas entre las que podemos clasificar dos actitudes básicas divergentes y complementarias:
a)      Modificar nuestras necesidades en relación a lo que el medio ofrece (rol receptivo).
b)      Modificar al medio en relación a nuestras necesidades (rol activo).
El “éxito” de la especie humana se debe a la capacidad de combinar ambas estrategias en especial la ultima, que propicia la construcción de herramientas, objetos que permiten aumentar capacidades, sin la compleja y lenta evolución orgánica (que permitiría una readaptación gradual de lo natural) sacando así una “ventaja” relativa respecto al medio del que somos parte.
Los torneos, competencias, luchas, bailes, rituales, cantos, la posesión de formas o colores simbólicos son en definitiva demostraciones u ostentación de fuerza, experiencia y capacidad de servir a los requerimientos de cada especie, en el mundo animal, tienen como objeto la predominancia reproductiva y territorial de los individuos o comunidades que utilizan con mas eficacia la combinación de ambas estrategias, las mismas que son utilizadas por nosotros los humanos para establecer nuestras jerarquías sociales, roles, funciones y liderazgos.
Si bien utilizamos los mas complejos sistemas de torneos, competencias, luchas, bailes, rituales, discursos, siluetas, símbolos, objetos o tecnologías, siempre con el mismo fin, estamos perdiendo lo esencial a la hora de establecer prioridades, rangos y liderazgos, confundidos o manipulados con estos intrincados sistemas de códigos y señales, casi siempre inconscientes seguimos o somos arrastrados por conductas antisociales dejando de lado a la capacidad de servir a las necesidades básicas, de las personas que componen comunidades y la especie en general (social por naturaleza), reduciéndonos a intereses individuales y sectoriales de corto plazo, que se oponen a nuestro auténtico instinto de conservación, anula nuestro raciocinio y exalta nuestro miedo a nosotros mismos, dividiéndonos para ser utilizados por  “ jefes”  para su beneficio exclusivo, llegando con esta actitud a poner en riesgo el futuro de casi todos los seres vivos en este planeta.
Cambiaremos esta situación cuando podamos reconocer a los verdaderos líderes,  los que estan al  servicio de todos y no a aquellos para los que todos estan a su servicio.
La autoridad deriva no solo de tener capacidad, sino primordialmente, de utilizarla al servicio del prójimo.
Es tiempo de cambiar nuestro sistema de valores, recompensando a los que toman lo necesario, lo cuidan y con esto dan  más, no a los que  más consumen, más acumulan y menos devuelven.
Todo tiene un límite.

1 comentario:

  1. Los seres vivos estamos organizados de distintas formas, nuestra fisiología y conducta existen en función de una menor o mayor integración al medio natural.
    Los distintos condicionamientos biológicos o culturales diversifican los comportamientos ante las circunstancias, lo que permite la existencia de roles o funciones diferenciadas entre las que podemos clasificar dos actitudes básicas divergentes y complementarias:

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