Mis amigos mariposa,
trajeron una de ellas,
enorme, libre y grácil,
revoloteó al rededor
y hasta me sonrió,
con sus ojos brillantes volaba,
dudé en atraparla en una foto,
solo buscaba flores bellas,
como todas ellas...
Mediocre seísmo causó,
su daño fué tremendo,
obligado, saqué el pié de la tumba...
Los machis y los rulos,
lloramos anta tanta destrucción,
provocados por su alas y trompa,
de dientes asesinos,
masticó corazón crudo,
del bruto soberbio, bebió...
Tanto pisar tierra,
cansó mis botas,
raíz de grueso cactus,
que quizo pimpollar rojo, en invierno,
largo y seco, casi sin sol.
Hoy humo y cenizas soy,
mi nombre, Juan Pueblo,
Cinco Espinas apellido,
el suyo,
Terremota Garmendia, nombrada Telesita,
baila, arde, brilla, vive...
Único fogón del guitarrero,
gualicho contra el frío,
vino dulce ex tinto
y carne de primera.
¿Que tiene Santa Fé que uno no quisiera?
Perdón, es que extraño una madre,
un canto de cuna,
un grito, un chirlo,
o lo que sea...
Padre gringo de acero,
templaste al agua mi madera,
nunca largué la teta
y menos seré dotor,
con suerte, borracho medio ocre.
Si la tierra se estremece,
que no sea por mis pies,
sinó por los de Garmendia.
¿Que mediocres, no sienten su perfume?
Que ningún zumbido le altere,
para moscas, un millón.
Fumiguemos todo el parque...
Quiero ser caricias, no ampollas
y si, quiero arder,
pero de amor.
De pico, todos gallos.
Tengo fiebre y estoy loco.
Es que no supe, no pude, no quise,
sembrar amor,
Hoy vuelvo a mi Pacha,
pidiendo al duende del viento,
lleve este susurro, súplica y de, lirio,
a buen fin.
Los tapes.
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