Sueño con una pirámide,
de frío metal,
de músculos amorfos,
sangre que chorrea,
pirámide de oro,
de barriles oleósos,
grasa acumulada,
trajes, moños y corbatas,
de zombies esclavos,
marionetas y consumidores.
Subo, trepo, codeo,
nivel 3,
nivel 2,
nivel 1.
Escaleras mecánicas,
cintas transportadoras,
carcajadas, jadeos,
insultos y sonrisas,
todo de alta gama.
Llego a la cúspide,
la boca,
un gigantesco hormiguero,
profundo, nausebundo, infernal,
justo donde estaba el cielo.
Entonces despierto.
Maldita pesadilla.
Volví a la realidad.
Duilion E. Brunello
martes, 18 de abril de 2017
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